miércoles, 27 de enero de 2010

Driving on a sunny morning :)


Aunque suene extraño, disfruto manejar por las mañanas rumbo al trabajo... Si, si me dan a escoger, preferiría seguir durmiendo antes que levantarme cuando aún no ha salido el sol, pero ya que la responsabilidad laboral es más fuerte, he descubierto que realmente me gusta la rutina matutina rumbo al trabajo.

Empieza el camino con una larga fila de autos que parece que en lugar de avanzar van de retroceso, unos bocinan, otros bostezan y unos con tendencias "multi-tasking" van desde leer el periódico hasta aprovechar el estancamiento vehícular para cubrir ojeras y verse mejor con un poquito de maquillaje. Yo por mi parte, enciendo mi radio, subo el volumen... y me emprendo hacia la larga labor de llegar a mi destino. Empieza a caminar lento la larga fila de autos, que al final termina en un embotellamiento que hay que tener habilidades superiores para esquivar a los pilotos que pretenden pasar por encima de todos y contra todo... Luego de esto y de suspirar unos cuantos "uy" "uff" y similares, mi camino se torna más liviano. Recorro la calle de los estudiantes (que así la he llamado yo...), en donde pequeños estudiantes van con pesadas mochilas rumbo a sus centros educativos, acompañados algunos de sus padres o hermanos mayores... Hay una pareja peculiar que siempre llama mi atención, y a quienes siempre veo en determinada calle, se trata de un señor de edad bastante avanzada y un niño de aproximadamente 10 años. El señor calculo que mide cerca del metro 90 de estatura, mientras que el niño apenas logra alcanzar el alto de una de las piernas de su veterano amigo... Sin embargo, siempre que los observo, caminan juntos mientras sostienen conversaciones que parecen ser muy amenas... No sé si sean abuelo y nieto o simplemente amigos... pero lo cierto es que hacen una dupla peculiar y me hace pensar que para las amistades no existen limites de edad...

Voy entretenida viendo situaciones como la anterior, y cantando a todo pulmón, cuando llego a otra larga fila de vehículos que pretenden pasar todos al mismo tiempo... En este espacio en particular, es preferible dar vía y esperar a pasar cuando no se aproximen autos cerca... No sé si sea la hora, pero la mayoría de conductores parecen tener un complejo de Messala, lanzando el vehículo con la única intención de crear caos y discordia... Pero bueno, llega mi momento favorito, y es cuando empieza cierta calle que a pesar de ser bastante transitada, la mezcla de árboles, cielo azul, sol tibio y aves volando, hacen que no le preste atención al mar vehicular... Sentir el sol en la cara es una de mis sensaciones favoritas... :) se acerca mi meta, no sin antes dudar una o dos veces si debo o no comprar desayuno en un restaurante que siempre se interpone en mi camino... Finalmente, llego a mi destino, y esta aventura al volante, se repetirá en 24 horas aproximadamente.

No hay comentarios: