Creo que es el momento justo de hacer recuento de experiencias y acontecimientos que al pasar de los años han formado quién hoy en día soy. Años atrás, mi falta de conocimiento y ingenuidad, me hacían creer que en esta etapa de mi vida, sería la "señora de algún-apellido" y que estaría esperando la llegada de mi primer hijo (a), sin mencionar que el jóven de "algún-apellido" sería un personaje principesco. Tal futuro se fue transformado al pasar los años, y hoy en día he aprendido que por mucho que se planee el futuro, no se sabe nunca cómo será o qué acontecerá en el mañana.
Hechos han determinado el rumbo de mi camino, algunos dolorosos, otros placenteros. Personas que me han hecho menos vulnerable ante la vida y otras que han sido regalos del cielo enfrascados en cuerpos humanos. Días de sol y días de lluvia. Risas y llanto. Trabajo duro y descanso. Amor y corazón roto. Todo sumado, dá como resultado quien soy. Sin embargo, una constante ha estado presente en mi vida: mi gratitud con Dios.
Le agradezco porque todo me ha servido para aprender y me ha acompañado en los momentos más difíciles, y también en los más alegres. Las experiencias, sean malas o buenas, nos ayudan a crecer. A madurar. Hay algunas experiencias que parecieran que no tienen más propósito que hacernos la vida difícil, pero aún esas tienen un propósito... Que probablemente no comprendamos hoy, ni mañana, talvez nunca. Pero no todo puede ser explícado. Hay que continuar en el camino de la vida, buscando ser mejor cada día que pasa.
Es irónico cómo la mayoría de personas busca (o buscamos, porque es difícil no caer en ese error...) la riqueza, o la belleza física. Pero olvidan la riqueza y belleza del interior, que al final de cuentas es nuestro interior el que traspasa la barrera física... Nuestro cuerpo y dinero se quedarán en este mundo, mientras que nosotros continuamos un camino luego de morir.
Hoy, agradezco por lo que he aprendido y no sé que acontecerá mañana, pero puedo estar segura que Dios estará conmigo hoy, mañana y siempre. Mi confianza sólo puede estar puesta en Él. A seguir caminando. Riendo, llorando, trabajando, disfrutando con los amigos, amando, descubriendo, soñado, alcanzando, aprendiendo... viviendo. :)
